Poesía con el fervor intacto
VI Festival Internacional de Poesía de Mendoza
del 18 al 20 de octubre de 2018
en la Feria del Libro
Un popular adagio del mundillo intelectual suele vaticinar
que las revistas de literatura (especialmente, las dedicadas a la poesía) no suelen
durar más de dos números. El apotegma, con un humor que por cierto no yerra
demasiado en lo que ya deja de ser humorístico, apunta a dos aspectos: a que el público de esa hipotética revista se
agota rápido –por ser poco e inquieto–, y a que el fervor de
sus hacedores también se estrella contra las adversidades, que son siempre
muchas para iniciativas que no tienen siquiera el pretexto del beneficio económico.
A un Festival Internacional de Poesía como el que hacemos,
se sabe, le han vaticinado destinos análogos a los de una publicación literaria. Y es que instalar una celebración poética
en una tierra con una tradición acorde se ha topado, a pesar de esa tradición, con contrariedades
similares. Detonaciones, dificultades, desidia y desdén no han podido, sin
embargo, frenar una marcha que llega ahora a su sexta entrega. Quizá porque los
contrapesos a esos malos augurios han sido más legítimos, honestos y potentes que el menosprecio.
Así que, con el fervor intacto, con el empeño y con la tarea nunca excesiva de buscar, año a año, interesar al público (incluso al de otros poetas, cuyo interés profesional debería moverlos de por sí a disfrutar de las actividades), este VI Festival Internacional de Poesía de Mendoza trae como novedad la incorporación de lecturas dedicadas a los primeros lectores. Nos parece propicio para un año que arrancó con la noticia del adiós de Liliana Bodoc, una autora que formó a nuevos lectores con la magia de sus libros. Esperemos que este barco de papel que se arroja al agua de las acequias mendocinas encuentre, en este cauce, a lectores ávidos, de cualquier edad.
Así que, con el fervor intacto, con el empeño y con la tarea nunca excesiva de buscar, año a año, interesar al público (incluso al de otros poetas, cuyo interés profesional debería moverlos de por sí a disfrutar de las actividades), este VI Festival Internacional de Poesía de Mendoza trae como novedad la incorporación de lecturas dedicadas a los primeros lectores. Nos parece propicio para un año que arrancó con la noticia del adiós de Liliana Bodoc, una autora que formó a nuevos lectores con la magia de sus libros. Esperemos que este barco de papel que se arroja al agua de las acequias mendocinas encuentre, en este cauce, a lectores ávidos, de cualquier edad.
El carácter internacional y federal se mantiene. Los poetas
invitados son, en este 2018, los argentinos Andrés Cáceres (Mendoza), Eliana Drajer (Mendoza), Laura Escudero (Córdoba), Lucas Soares (Buenos Aires), María Luz Malamud (Mendoza), Mariano Shifman (Buenos Aires), Rafael Felipe Oteriño (Provincia
de Buenos Aires), Rubén Valle (Mendoza), Sabrina Usach (Mendoza), Santiago Sylvester (Salta), Stella Maris Ponce (Entre Ríos) y Susana Cabuchi (Córdoba).
Además, nos acompañan Alberto Marrero Fernández (Cuba), Alejandra Correa (Uruguay),
Dionisio Salas Astorga (Chile), Gustavo Valle (Venezuela), Juan de la Maza (España)
y Ricardo Riverón Rojas (Cuba).
Es la sexta edición del festival. Si mantenemos la analogía con las revistas de poesía que sólo duran dos entregas, podemos hacer matemáticas y decir que se han negado por tres veces los vaticinios. Así que esperamos seguir celebrando con poesía. Al
menos para seguir contradiciendo cualquier cínico adagio.
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